INTRODUCCIÓN
El mal
uso que se le ha dado a la doctrina de la imposición de manos se ha convertido
en un problema en la actualidad al igual que en los tiempos pasados, ya que el
uso que se le está dando no guarda relación directa con lo que establece la
Palabra de Dios. En este sentido, cuando se desconoce el verdadero uso de la
imposición de manos, se corre el riesgo de cometer errores en la ministración y
crear un ambiente de confusión, de allí la importancia de conocer el contexto bíblico
del Nuevo Testamento; relacionado con esta práctica y aplicarlo a la realidad
en la que vivimos.
Por
otro lado, en las Sagradas Escrituras no hay un mandato especifico donde se
establezca que por medio de la imposición de manos es que se debe realizar la
ministración, sin embargo Dijo Pablo: “Juan bautizo con bautismo (Hechos
19:4-6). Es decir, se debe destacar que
la imposición de manos no tiene ningún efecto sino va acompañada del respaldo
de la unción del Espíritu Santo.
Del mismo modo, en este tiempo los creyentes hablan hoy mucho sobre los llamados tumbados que se
producen por medio de la imposición de manos, pero cuando se profundiza en la
palabra de Dios nos damos cuenta que hay un mal uso de la imposición de manos,
porque lo que se busca es el
sensacionalismo y la fama, en este sentido, las Sagradas Escrituras nos enseñan
que la doctrina de la imposición de manos, corresponde a los rudimentos de la
fe cristiana, es decir a las doctrinas que todo verdadero cristiano debe
conocer y que son la base de nuestra fe.
"Por tanto dejando ya los
rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando
otra vez el fundamento de arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de
los muertos y del juicio eterno" (Hebreos 6:1)
La doctrina de la imposición de
manos es tan importante, que aparece dentro de la misma lista de los rudimentos
o fundamentos, tales como la doctrina del arrepentimiento, la doctrina de la fe
en Dios, la doctrina de bautismos (entiéndase por bautismos: el bautismo en
agua en el nombre de Jesús, y el bautismo del Espíritu Santo hablando en nuevas
lenguas), la doctrina de la resurrección, y la doctrina del juicio eterno[1].
De allí la importancia de abordar
el presente tema sobre la imposición de manos el cual tendrá un desarrollo de
cuatro capítulos, partiendo de la simbología de las manos en el primer capítulo, luego el significado de la Imposición de manos en el Nuevo Testamento desarrollado
en el capítulo dos, siguiendo con los argumentos bíblicos que apoyan la
práctica de imponer manos en el capítulo cuatro y por último se hará un
análisis sobre las concepciones erróneas acerca de la imposición de manos
SIMBOLOGÍA DE LAS MANOS
La imposición de manos es un acto
de servicio de uno a otro que se produce cuando una persona pone su mano o
ambas manos sobre el cuerpo de otra persona por un propósito definido
espiritual. Normalmente la persona que recibe la imposición de manos recibirá
oración o una profecía en el mismo tiempo. En ese sentido es normal que veas
que varios creyentes se juntan alrededor de alguien que tiene necesidad y todos
pondrán sus manos encima y oran en su favor.[2]
1.
ORIGEN
“Cuando la asamblea se dé cuenta
del pecado que ha cometido, deberá ofrecer un novillo como sacrificio
expiatorio… y allí, en presencia del señor, los ancianos de la comunidad
impondrán las manos sobre la cabeza del novillo y lo degollarán” (Números
4.14-15, NVI).
Los ancianos, en nombre de la
asamblea, identificaban el pecado de la congregación con el animal que sería
sacrificado. Era un acto de transmitir culpa del culpable al inocente cuando se
derramaba la sangre del animal. Sus pecados eran cubiertos. Era identificar,
quitar y colocar sobre otro.
2.
SIGNIFICADO
La imposición de manos es una
costumbre existente en la iglesia cristiana que se remonta al Antiguo
Testamento cuando algunos patriarcas pedían la bendición y consagración a Dios
de sus primogénitos (ver p.e: Génesis 48:14). También para la consagración de
los sacerdotes (Num. 8:10; 27:18, 23).[3]
En el Nuevo Testamento, aparece,
de nuevo, en muchas ocasiones en el ministerio terrenal de Jesús. Él hizo
muchas sanaciones imponiendo sus manos. También se describe en Mateo 19:15, que
Jesús impuso sus manos sobre unos niños para bendecirles, etc., etc.[4]
3.
REPRESENTACIÓN
En la primitiva iglesia
cristiana, el primer caso se recoge en Hechos 6:6, y es para la consagración de
los siete diáconos. Hechos 6:6: “a los cuales presentaron ante los apóstoles,
quienes, orando, les impusieron las manos.”[5]
Del mismo modo, en Hechos 13: 2,
3, se relata que a Bernabé y a Saulo les impusieron las manos después que el
Espíritu Santo los eligiera para hacer una obra particular de predicación. El
propósito, pues, en este caso, como en el anterior del nombramiento de los
diáconos son, claramente, actos de consagración, dedicación y recomendación
para una obra misionera muy concreta.[6]
Hechos
13:2,3: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron”[7]
CAPÍTULO 2
SIGNIFICADO DE LA IMPOSICIÓN DE MANOS EN EL NUEVO TESTAMENTO.
El gesto simbólico
significa, pues, según las circunstancias, la invocación de los dones divinos
sobre una persona, su designación y consagración para una tarea oficial, la
elección y consagración de una ofrenda sacrificial, la comunicación de poderes
y fuerzas...
1.
TRANSMISIÓN DE
PODERES:
La
imposición de manos puede tener también un significado de transmisión de
poderes, una especie de selección de una persona para una misión especial.
Signo
visible, a través del cual Dios quiere significar el ofrecimiento de sus dones
y sobre todo de su Espíritu, el gesto se recoge en el NT para expresar los
nuevos dones ofrecidos, por medio de Cristo. a los hombres y a su Iglesia. Más
claramente que en el mismo AT aparece que la imposición de manos es un gesto
"eficaz", es decir, que realiza lo que de alguna manera significa; en
términos teológicos podríamos decir que tiene un valor "sacramental".
a. Bautismo en el Espíritu Santo:
Felipe
participaba de un gran mover de Dios en Samaria. Sucedían milagros; los
espíritus inmundos salían de las personas, los cojos y los paralíticos eran
sanados. Muchas personas llegaban a ser salvas y se había llevado a cabo un
enorme culto de bautismos. Entonces Pedro y Juan vinieron a ministrarles el
Espíritu Santo. Para ello, imponían sus manos y recibían el don de Dios (Hechos
8.17).[8]
En Hechos
9.17 encontramos el relato de Ananías que ministró a Pablo y le impuso las
manos para que fuera sanado y recibiese el Espíritu Santo.
Por último, aunque hay muchos casos más y sólo por espacio se mencionan éstos, en Hechos 19.1-6 tenemos otro relato en el que Pablo impone las manos a los creyentes de Éfeso para que reciban el Espíritu Santo.
Por último, aunque hay muchos casos más y sólo por espacio se mencionan éstos, en Hechos 19.1-6 tenemos otro relato en el que Pablo impone las manos a los creyentes de Éfeso para que reciban el Espíritu Santo.
Un caso muy particular, y
para nada único dentro de todas las Escrituras, es el de la impartición de
dones por medio de la imposición de manos. Pablo le escribe a Timoteo
diciéndole: “… te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste
cuando te impuse las manos” (2ª Timoteo 1.6, NVI).[9]
c.
Autoridad:
Los apóstoles comisionaron
a los siete administradores de la iglesia en Hechos 6,1-6, para que se
separaran a la obra práctica siendo ya hombres de fe.[10]
d.
Sanidad:
Quizá la más conocida y
aceptada de las variantes de la imposición de manos sea la que se refiere a la
sanidad u operación de milagros relacionados con la restauración física de las
personas. La llamada Gran Comisión incluye esta práctica como forma de
manifestación de las “señales que acompañarán a los que creen” (Marcos 16.18).[11] Además de esta cita, en el
Nuevo Testamento encontramos una serie de ocasiones en que esto se demuestra,
pero por espacio sólo mencionaré algunas:
a) Mateo 8.3, Jesús extendiendo su mano y sanando al leproso
a) Mateo 8.3, Jesús extendiendo su mano y sanando al leproso
b) Mateo 8.15, Jesús
sanando a la suegra de Pedro
c) Mateo 9.18, la hija de
Jairo es sanada por la imposición de las manos de Jesús
d) Hechos 14.3, Pablo y
Bernabé en la ciudad de Iconio
e) Hechos 19.11, Pablo en
Éfeso
2.
LITURGIA:
Actualmente algunos de los Sacramentos han incorporado, con mayor
o
menor centralidad, la imposición de manos en su lenguaje simbólico, lo
cual, a la vista de su sentido bíblico, no es de extrañar.
menor centralidad, la imposición de manos en su lenguaje simbólico, lo
cual, a la vista de su sentido bíblico, no es de extrañar.
Como dicen del gesto de la imposición de manos en el Rito de la
Confirmación: "la
imposición de manos es uno de los gestos que aparecen habitualmente
en la historia de la salvación y en la liturgia para indicar la transmisión de
un poder o de una fuerza o de unos derechos".
imposición de manos es uno de los gestos que aparecen habitualmente
en la historia de la salvación y en la liturgia para indicar la transmisión de
un poder o de una fuerza o de unos derechos".
a.
Ministerio:
Una cosa interesante ocurrió al Moisés imponer sus
manos a Josué por orden de Dios. La primera fue que recibió de la dignidad
del Ministerio de Moisés. La Real Academia Española define la palabra
dignidad de la siguiente manera: Honor, excelencia. Esto nos dice que
ahora Josué gozaba de un honor y una excelencia especial ante todo el
pueblo. El propósito de darle, a través de la imposición de manos, la
dignidad de Moisés era para que el pueblo le respetara y obedeciera como
respetaban y obedecían a Moisés. Notemos también que fue algo hecho en
público, no fue un llamado secreto y a escondidas[12]
La “imposición de manos” es una acción bíblica; sin
embargo, no hay ningún mandato bíblico que requiere la imposición física de las
manos para un ministerio espiritual particular. Jesucristo ciertamente puso sus
manos sobre muchos de los que él curó; sin embargo, él también sanó sin poner
sus manos sobre la gente. De hecho, hubo veces cuando él estaba lejos de la
vecindad de los que él sanó. Mateo
8:8 describe
a Jesucristo sanando el siervo del centurión sin acercarse a la casa del
centurión.[13]
b.
Iglesia:
La imposición de manos en la iglesia primitiva era
un medio de conectar el mensaje con el mensajero, o el regalo espiritual con el
dador dotado. Proporcionó una “señal” autenticando aquel a través del cual se
otorgó la manifestación física de un don espiritual. Tenemos que entender que
no hay fórmulas mágicas bíblicas para el ministerio de la iglesia. La
imposición de manos no tiene poder en sí misma. La imposición de manos es
utilizada sólo por Dios cuando se hace de acuerdo con la palabra de Dios[14]
CAPÍTULO 3
ARGUMENTOS BÍBLICOS QUE APOYAN LA PRÁCTICA DE IMPONER MANOS.
A continuación se presentan dos casos a considerar: en un caso el
Espíritu Santo concede el don de hablar en lenguas con el acto de la imposición
de manos del Apóstol y en el otro caso lo hace sin la imposición de manos, sino
simplemente a través de la predicación del apóstol.[15]
"Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento,
diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en
Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor
Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu
Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban." (Hechos 19:4-6).[16]
"Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo
cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que
habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles
se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en
lenguas, y que magnificaban a Dios." (Hechos 10:44-46).[17]
En 1ª Timoteo 5:22, el pensamiento no es tanto en la acción
física de la imposición de manos, como es la idea que confiriendo la responsabilidad
del liderazgo espiritual (no importa cómo se hace) debe hacerse con cuidado. No
debe hacerse de repente o sin la debida consideración: "No impongas con
ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate
puro."[18]
Jesús anunció que a sus discípulos que quienes creyeran en su
Buena Noticia, "impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán"
(Marcos 16:15-18).[19]
La práctica de la Imposición de manos en los inicios de la iglesia
cristiana, es asociada al Bautismo en el Espíritu Santo, el libro de
los Hechos de los Apóstoles lo narra así Hechos 8:14-20.[20] En el cristianismo
primitivo, los apóstoles imponían sus manos sobre algunos creyentes, que
cumplían con unos requisitos básicos para llamarlos al servicio de la obra de
Dios; estos creyentes eran puestos primero en oración, para que Dios diera el
visto bueno Hechos 6:3-4.[21] El crecimiento masivo de
la iglesia primitiva, demandaba cada vez más tareas para los apóstoles, es
por eso que los apóstoles se vieron en la necesidad de convocar a la multitud
de discípulos que ya habían entregado sus vidas a la fe de Jesucristo, para
buscaran entre ellos a esos hombres que se necesitaban para el ministerio
o servicio; luego de ponerlos en oración y de examinar sus 'hojas de vida', por
decirlo de alguna forma, eran puesto a consideración de los apóstoles, si a
ellos les parecía bien y el Dios les daba testimonio de estas personas oraban
por ellos imponiendo sus manos sobre ellos (Hechos 6:5-6).[22]
El libro de Hechos de los Apóstoles describe otras acciones
y cosas por las que los cristianos primitivos también imponían sus manos, hay
que aclarar que siempre que se imponían las manos se oraba o se declaraba
alguna palabra, pero siempre en el nombre de Jesús o de Dios, claro que si se
mira detenidamente estas prácticas ya veían desde el Antiguo Testamento,
estos son algunos ejemplos:
·
Imposición de manos para
bendecir.
·
Imposición de manos para
consagrar ofrendas.
·
Imposición de manos para
ordenación al servicio de Dios.
·
Imposición de manos para sanar.
·
Imposición de manos para
ministrar el Espíritu Santo.
·
Imposición de manos para hacer
cumplir la Ley.
CONCLUSION
En conclusión se puede decir que
la práctica de la imposición de manos es básicamente una doctrina fundamentada
tanto en el antiguo como en el nuevo testamento que encierra la transmisión de
bendiciones o la dedicación de un ministerio en especial, de igual forma esta
práctica realizada por Jesús permitió la conversión de muchas personas que
fueron tocadas por sus manos y en su mensaje final Jesús nos deja la autoridad
de imposición de manos como una señal para sanar a los enfermos .
Por otro lado se debe tener
cuidado en el uso y abuso de la práctica de imponer manos ya que podemos no solo transmitir bendición a
una persona sino que se corre el riesgo de transferir enfermedades o
influencias espirituales propias de la persona que ministra o por el contrario
recibir influencias de las personas a las que se les impone las manos por lo
que se advierte no hacer esta práctica con ligereza. En este sentido Pablo, cuando le
escribe a Timoteo, le advierte de este peligro: “No te apresures a imponerle
las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate
puro” (1ª Timoteo 5.22, NVI).
Esto nos lleva a la conclusión que así como Dios pudo tomar
del espíritu que estaba en Moisés y ponerlo sobre los setenta ancianos (Números
11.17), el enemigo puede tomar del espíritu de aquel a quien se le está
imponiendo las manos y ponerlo sobre usted. De allí que es peligroso que
personas que están poseídas por un espíritu equivocado impongan las manos, pero
también se podría mencionar brevemente el peligro de imponer las manos sobre
personas poseídas por espíritus malignos y equivocados, si quien lo hace no
está en un nivel espiritual adecuado para realizar esta práctica, funcionando
dentro de la estructura de una iglesia y calificado para ese ministerio.
Podríamos decir entonces que la doctrina de la imposición de manos
debe ir acompañada con el discernimiento de espíritus (1 Corintios 12:10). De
no ser así el ministro, que puede ser cualquier hijo de Dios delegado por aquel
a quien obedece y se sujeta (Hebreos 13:17), cuando este ministrando, es decir
‘dando’, puede terminar ‘recibiendo’ lo que no es bueno, es decir que
‘comparte’, ‘forma parte de’, ‘participa’ de los pecados de aquella persona que
pueda tener contaminación en la carne y en el espíritu
Por otra parte el apóstol Pablo
le advierte a Timoteo ‘No descuides el
don espiritual que está en ti, que te fue conferido (dado) por medio de la
profecía con la imposición de manos del presbiterio.’ (1 Timoteo 4:14).En el
presente pasaje, encontramos que la imposición de manos es acompañada con
profecía, lo cual explica que no es simplemente un rito eclesiástico, sino que
en ese instante está implícita o explícitamente desarrollándose una actividad
profundamente espiritual. De allí que la doctrina de la imposición de manos nos
enseña que con esta actividad siempre se está confiriendo algún don espiritual
con el fin de edificar a la iglesia, y no para avergonzar a nadie.
BIBLIOGRAFIA
Biblia de Estudio Vida Plena.
Bounds, E. M. Orad sin Cesar. Miami, FL: Vida, 1981.
González, Nino. Manteniendo Pentecostés. Miami, FL: Vida, 1998.
Hayford, Jack. Edificados por el Espíritu: Deje que el Espíritu Santo de
significado, valor y éxito a su vida. Miami, FL: UNILIT, 1997.
http://www.mercaba.org/DicTB/I/imposicion_de_manos.htm
http://sololabiblia.blogspot.com/2011/03/imposicion-de-manos-doctrina-biblica.html
http://www.chdel.com/estenimposici%C3%B3ndemanos.php
Kuhlman, Kathryn. El toque del Maestro. Buenos Aires:
Peniel, 2003
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